Cuestiones vivas
Exposición en la Galería Lucía Mendoza. Madrid. 2018
“Cuestiones vivas” hace mención a los procesos de construcción de un relato colectivo, a veces inventado, a veces olvidado, donde se ven confrontadas distintas realidades.
Este es un título que apareció por primera vez en nuestra exposición “Eremía” (IK Projects-Lima) en la que buscábamos elementos constituyentes del proceso de formación de la ciudad de Lima, en la cual estuvimos residiendo un corto periodo de tiempo para tratar de acercarnos, levemente, a unos procesos sociales, civiles y políticos muy diferentes a los nuestros.
A continuación usamos el mismo título en una instalación site specific en el Centro de Arte La Regenta (Las Palmas), en la que el suelo del espacio expositivo se levantaba conformaba otros espacios, levantando muros, burladeros, estanques, etc. En aquella oportunidad la sala de arte, se convertía, mediante un levantamiento de plano, en un espacio vacío en el que no sabías si estabas en una sauna o en un cementerio.
En esta ocasión, “Cuestiones vivas”, pretende discutir sobre la construcción de nuestro imaginario simbólico, usando nuestra identidad local como tema propio de reflexión que traído a un primer plano sirve como punto de partida para ahondar en asuntos que competen a un relato de orden global. La estructura de nuestra identidad local se encuentra en órdenes diferentes, unos organizados acordes a la sociedad civil y otros, siguiendo criterios programáticos.
El ejercicio de conquista , evangelización e imposición cultural que sufrieron las Islas dio como resultado una imagen en la que siempre hay un duelo velado, una falta.
Durante siglos, la localización estratégica del archipiélago ha servido de puente entre América, Europa y África, teniendo una gran importancia en su relato los movimientos migratorios, las redes comerciales, los monopolios, las zonas francas, etc.
La posterior imagen de exoticidad y de buen salvaje a la que contribuyeron las experiencias de viajeros como Humboldt, no hace sino añadir otra capa más de significación a una complejidad identitaria.
Nuestra memoria más cercana pasa por las secuelas de una guerra civil y un régimen franquista que atesora grandes lagunas y proyecta una larga sombra de desaparecidos, destierros y prisiones. En las últimas décadas, el paisaje insular obedece a criterios ligados al turismo por lo que estamos reconfigurando la isla para construir una especie de isla teatral, en la que el decorado ha de servir como telón de fondo para una postal.
Esta metáfora poliédrica y esquizofrénica de un proyecto insular enfrentada a otras realidades, otras representaciones, ayuda a entender las estructuras de voluntad y poder que conforman la complejidad de las nuevas imágenes con las que convivimos.